Figura 2. La suelas en balancín compensan la disminución de movilidad del tobillo y del mediopié y disipan las cargas en una superficie de carga mayor durante la fase de apoyo, que es más prolongada. Existen varios tipos de suela en balancín. Las 2 más habituales las mostramos aquí: el calzado de tipo A transfiere la carga proximal a las cabezas de los metatarsianos y reduce el impacto en la fase de despegue; el de tipo B disipa el impacto en el apoyo del talón y mejora el despegue.