Veinticinco años son ya unas bodas de plata, con mucho que celebrar, con mucho que recordar, con mucho que añorar y con mucho por hacer.
Pero siempre hay una historia, o muchas historias vividas.
Y como siempre ocurre, los mejores se quedaron en el camino, los que fueron la máquina que arrastraba el tren. Todos tenemos en la mente sus nombres. Podría ponerme sentimental y vosotros sabéis que lo soy, y que ahora nos está brotando la emoción. Nuestra sociedad científica de artroscopia si se ha caracterizado por algo ha sido por la amistad y el entusiasmo.
Podría recordar tantas y tantas cosas, entrañables, momentos de trabajo y de amistad, que los ojos no dudarían en vestirse de otoño.
Pero hoy me gustaría recordar el comienzo y animaros a que iniciemos el diseño del futuro.
Fue maravillosa la puesta en marcha de aquellos Cuadernos de Artroscopia con una calidad de imagen y papel inmejorables para su época, con un diseño de la portada donde intervinieron los mejores y de forma gratuita.
Con cualquier disculpa hacíamos unas jornadas monográficas o nos reuníamos alrededor de un espécimen, ciencia post mortem (PM) con respeto absoluto al donante.
Pero no había móviles, ni iPad, ni consultábamos con Internet como ahora. Porque la memoria se ha hecho más selectiva, pero conocíamos los avances de viva voz del maestro.
El pasado inolvidable y el presente extraordinario, merece la pena que reinventemos el futuro.
Futuro, eso es lo que tenemos por delante.
Y como entonces… hace 25 años, nos adelantamos en el tiempo, ahora de eso se trata, de adelantarnos al futuro.
Una revista de papel es lo que esperamos en casa, ese tacto, ese brillo, ese olor, no lo vamos a perder, pero entramos en la época del open access y las revistas tiemblan, y los lectores piensan que no hay garantías de veracidad en publicaciones científicas, sin un control de la calidad de los hallazgos, sin un comité científico, ni siquiera en el Google Académico, ni en las plataformas de pago.
Nosotros podemos mantener el papel y divulgar el contenido por un método imaginativo que vamos a diseñar.
Recientemente, se han publicado libros que, de una manera seria y crítica, analizan cuál será el futuro de las revistas científicas.
He leído con atención y os sugiero que lo hagáis también vosotros, el libro Revistas científicas. Situación actual y retos de futuro(1) de Ernest Abadal, editado por la Universitat de Barcelona, que de una manera extensa analiza el destino de estas revistas si no se adaptan a la nueva situación. Claramente, las revistas subvencionadas que dependan de una institución, incluida la universidad, tienen un futuro complicado por el tema económico. Y las revistas dedicadas a temas muy concretos, sin lectores implicados y no dispuestos a abonar una suscripción, etc.
Pero ese no es nuestro caso, nuestro problema es que nos cuesta un gran esfuerzo enviar una publicación a nuestra revista, porque cada vez trabajamos más y porque sabemos que el impacto de nuestro artículo es limitado. Quizá con menos artículos de los que desearíamos, pero nos llega puntualmente a casa desde hace 25 años, no necesitamos subvención, y podríamos llegar al mundo en todos los idiomas y con impacto atractivo, porque el impacto se va a medir de otra manera, por el número de entradas, y se terminarán los lobbies que ahora lo miden de forma interesada.
A nivel internacional, existen organizaciones que velan por los intereses de las editoriales científicas, sean comerciales o de acceso abierto, la STM (International Association of Scientific, Technical and Medical Publishers), la ALPSP (Association of Learned and Professional Society Publishers) o la SSP (Society for Scholarly Publishing).
En España y a instancias de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), se han publicado monografías sobre la calidad de nuestras revistas, incluso se han impulsado estudios sobre el impacto del acceso abierto en el sistema español de comunicación científica.
Ese es el reto que tenemos que impulsar todos, a nuestra revista mantenerla como ahora en papel y lanzar sus contenidos al mundo, con la misma calidad, mediante los sistemas actuales de evaluación de pares, con un Comité Científico y Asesor abierto, y ágil, con el soporte de nuestro prestigio, reputación y de los organismos que ya se dedican a validar publicaciones abiertas, con garantías científicas.
Y en nuestros trabajos sobre técnicas y avances en artroscopia no solo en soporte descriptivo, sino también de forma audiovisual.
Esto solo necesita del mismo entusiasmo y dedicación que cuando hace 25 años un grupo de amigos con las mismas inquietudes comenzamos con nuestros Cuadernos.
Felicidades y larga vida,
Enrique Galindo Andújar
Fundador de la revista Cuadernos de Artroscopia