Introducción
La luxación acromioclavicular (AC) se erige como un desafío significativo, especialmente para los deportistas, debido a su impacto en la funcionalidad del hombro y la capacidad atlética. Esta lesión, resultado de una fuerza traumática que separa el acromion de la clavícula, puede afectar seriamente la estabilidad, el rango de movimiento y el rendimiento de los atletas.
Los deportistas dependen en gran medida de la movilidad y la fuerza del hombro para ejecutar movimientos precisos y potentes. Las luxaciones de grado I o II pueden causar dolor, inflamación y limitación en el movimiento, lo que disminuye la habilidad para realizar actividades específicas de cada deporte. En deportes que requieren lanzamientos, golpes o levantamiento de pesas, la falta de estabilidad en la articulación AC puede comprometer la precisión y la potencia de los movimientos.
Las luxaciones de grado III, donde los ligamentos están completamente rotos, pueden ser aún más problemáticas. Si no se tratan adecuadamente, pueden conducir a una inestabilidad crónica del hombro y a un riesgo aumentado de lesiones recurrentes. Para los deportistas, esto puede traducirse en una carrera deportiva limitada y la necesidad de un enfoque riguroso en la rehabilitación y la terapia física.
En casos graves (grados III-VI), la cirugía puede ser necesaria para restaurar la estabilidad y la función de la articulación. Sin embargo, incluso después de la cirugía, el proceso de recuperación puede ser prolongado, lo que afecta la participación activa en el deporte.
En resumen, la luxación AC es una preocupación crucial para los deportistas, ya que puede tener un impacto duradero en la capacidad atlética y en la calidad de vida. Este artículo se centra en la revisión y el análisis epidemiológico de esta patología en futbolistas federados y sus implicaciones clínicas.
Material y métodos
Diseño del estudio
Este estudio se diseñó como un trabajo de cohortes retrospectivo.
Entre julio de 2008 y junio de 2022 se registraron todas las lesiones de la articulación AC entre los futbolistas federados.
Participantes
Los participantes en este estudio epidemiológico son toda la población futbolista federada en Cataluña, incluyendo fútbol 7, fútbol 11, fútbol sala y fútbol playa. Todos aquellos futbolistas federados deben, por normativa, estar registrados institucionalmente. Dicha institución centraliza los servicios médicos que se ponen a disposición de los deportistas federados en caso de necesidad.
Extracción de datos
Los facultativos integrantes del equipo médico de la institución federativa introducen en el sistema informático interno un código específico que describe el diagnóstico del paciente, que a su vez se introduce en una base de datos de forma anonimizada. Para realizar este estudio, se analizaron los datos anonimizados de lesión de la articulación AC mensualmente desde julio de 2008 a junio de 2022. Por otro lado, la institución federativa hace públicos anualmente los datos de futbolistas federados(1). Mediante la obtención del número de futbolistas en activo por temporada y el número de lesiones por temporada, se calculó la incidencia de lesión de la articulación AC en futbolistas.
Variables
La variable principal de este estudio es la incidencia de lesión de la articulación AC. Dicha variable se expresa como lesiones × 10.000 jugadores/as y se calculó mediante la siguiente fórmula:
Incidencia de lesión AC = (lesiones totales AC / total de jugadores) × 10.000
Para el análisis, los valores de incidencia mensual de la variable cuantitativa de incidencia se expresaron como medias y desviación estándar (SD). Todos los cálculos y análisis se realizaron mediante el software Microsoft Excel (Microsoft Corporation, 2019).
Resultados
Entre julio de 2008 y junio de 2022, 1.121 lesiones de la articulación AC fueron registradas en la base de datos de la institución federativa. En total, la incidencia de lesiones AC fue de 5,13 lesiones/10.000 jugadores.
En el transcurso de dichas 14 temporadas, el número de lesiones ha ido en aumento, así como también aumentaron al número de futbolistas federados, por lo que la incidencia lesional no muestra variaciones significativas (Tabla 1).
En cuanto a la variación dentro de la temporada, se observan pocas lesiones en los meses de verano, incluyendo junio, julio y agosto. Por otro lado, los meses con una incidencia más elevada son octubre y enero, coincidiendo con las vueltas a competición tras periodos vacacionales. La Figura 1 muestra la media ± SD de la incidencia de lesiones AC por mes a lo largo de las 14 temporadas analizadas.
En cuanto a las temporadas de fútbol 2019-2020 y 2020-2021, a causa de la pandemia decretada por el virus de la COVID-19, la participación en el fútbol catalán se vio afectada en distintos periodos de tiempo. Específicamente, tanto los entrenamientos como las competiciones fueron suspendidas entre los meses de marzo de 2020 y junio de 2020. Por otro lado, en Cataluña se suspendieron las competiciones entre los meses de noviembre de 2020 y febrero de 2021, aunque los entrenamientos estuvieron permitidos. La Figura 2 muestra el análisis de la comparación de la incidencia lesional entre la media anual (excluyendo las temporadas 2019-2020 y 2020-2021) y la incidencia en las temporadas 2019-2020 y 2020-2021.
Discusión
Las lesiones en el ámbito deportivo representan una preocupación significativa tanto para los atletas como para los profesionales de la salud. Entre estas lesiones, la luxación de la articulación AC ha emergido como un desafío clínico relevante, especialmente en deportistas. El fútbol, como uno de los deportes más populares y practicados, con más de 270 millones de jugadores de fútbol en todo el mundo en la actualidad, no está exento de esta problemática.
Aunque investigaciones anteriores han informado altas tasas de retorno a la actividad (return to play –RTP–) en atletas que sufren lesiones de separación AC, los estudios han sido limitados debido al pequeño tamaño de la muestra y la falta de separación de datos basada en el deporte(2). Las lesiones de la articulación AC son comunes en deportistas de contacto y su prevalencia varía según el deporte (mayor incidencia en fútbol americano, que oscila entre 1,7 y 9,2 por cada 10.000 exposiciones)(3) y la actividad del jugador (una incidencia 4,6 veces mayor en porteros que en jugadores de campo)(4). Dado el alto riesgo de lesiones en los porteros, organizaciones deportivas como la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) han desarrollado programas de prevención de lesiones en el hombro para minimizar el riesgo de lesiones(5).
Las separaciones de la articulación AC ocurren comúnmente en atletas jóvenes masculinos, con una proporción de 8,5 hombres por cada mujer y una incidencia estimada en la población urbana de 1,8 por cada 10.000 habitantes por año. En el contexto del fútbol, una revisión exhaustiva de los datos epidemiológicos revela que las lesiones en la articulación AC ocupan una parte significativa de las lesiones totales en futbolistas. En un estudio retrospectivo de cohortes realizado durante varias temporadas de fútbol profesional (59 jugadores entre las temporadas 1999 y 2018), se encontró que el 81% regresó a la competencia de élite y que mantenían métricas de rendimiento similares a los niveles previos a las lesiones y a los jugadores de control no lesionados(6).
Varios factores pueden predisponer a los futbolistas a sufrir una luxación de la articulación AC. La naturaleza física del deporte, que incluye acciones de contacto y caídas, contribuye a un mayor riesgo de trauma en el hombro y la clavícula. Además, los mecanismos de lesión, como caídas sobre el hombro o impactos directos en la zona, pueden generar fuerzas suficientemente intensas como para provocar la separación de la articulación AC(2).
La luxación de la articulación AC puede tener consecuencias significativas en el rendimiento deportivo y la calidad de vida de los futbolistas. La disminución de la estabilidad del hombro puede afectar la ejecución de movimientos de contacto, reduciendo la eficacia en el campo. La limitación del rango de movimiento y la debilidad en el hombro también pueden interferir con la capacidad del jugador para participar plenamente en los entrenamientos y partidos. Estas implicaciones pueden influir en la posición del equipo en la liga y en la carrera individual de los deportistas(7).
El tratamiento de la luxación AC en futbolistas varía según la gravedad de la lesión y las necesidades del jugador. En casos leves (grados I y II), el manejo conservador puede ser adecuado, involucrando descanso, inmovilización temporal y terapia física para restaurar la fuerza y la función del hombro. Sin embargo, en lesiones más graves (grado III-V), donde los ligamentos están completamente rotos, la cirugía puede ser considerada para restablecer la estabilidad de la articulación y optimizar la recuperación del jugador(8,9). La elección entre el tratamiento quirúrgico y conservador debe basarse en una evaluación exhaustiva de la lesión y las necesidades individuales del futbolista.
La prevención de las lesiones en la articulación AC en futbolistas es crucial para minimizar su impacto(6). Se debe enfatizar la importancia de la técnica adecuada en las acciones de contacto y en la caída para reducir el riesgo de traumatismos en el hombro. Además, los futbolistas, entrenadores y el personal médico deben estar educados sobre los síntomas y el manejo temprano de las lesiones de la articulación AC, lo que puede contribuir a una detección y un tratamiento más rápidos(9).
Conclusiones
La luxación de la articulación AC representa un desafío significativo en el ámbito de las lesiones deportivas, particularmente en futbolistas. Con una prevalencia importante y un impacto clínico significativo, es esencial que los profesionales de la salud y los deportistas colaboren en la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado de esta lesión. La atención a los factores de riesgo y la educación son pilares clave para mitigar su impacto en el rendimiento deportivo y mejorar la calidad de vida de los futbolistas.