En mi quinto año de formación como residente en Cirugía Ortopédica y Traumatología, teniendo como objetivo profundizar mis conocimientos en el área del pie y el tobillo, realicé una estancia formativa durante los meses de noviembre y diciembre de 2016. Elegí el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, donde tuve la oportunidad de desarrollar habilidades quirúrgicas, asistenciales y de investigación en la Unidad de Pie y Tobillo, centrada en el tratamiento de la patología más prevalente, tanto cuadros artrósicos como neuropáticos, así como en la cirugía de la parálisis, el tratamiento del pie diabético y correcciones de grandes deformidades.
Al frente de dicha unidad se encuentra el profesor D. Andrés Carranza Bencano, catedrático de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, expresidente de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo (SEMCPT) y académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla. Completan la unidad el Dr. José Juan Fernández Torres y el Dr. Sergio Tejero García, profesores asociados de la Universidad de Sevilla. Ambos desarrollan su actividad asistencial con excelencia, logrando transmitir sus conocimientos de forma metódica y mostrando la visión más meticulosa y precisa de la cirugía del pie y el tobillo. El profesor Carranza es el alma de una unidad en constante renovación, con profesionales comprometidos con los avances en las técnicas quirúrgicas y el tratamiento de la patología del pie y tobillo a nivel internacional.
El funcionamiento semanal de la unidad se distribuye en 2 días de consultas y 4 quirófanos semanales, distribuidos en 3 días. En la consulta externa se lleva a cabo el seguimiento de los pacientes intervenidos y la primera atención de los pacientes derivados por otros especialistas o desde regiones vecinas. La unidad asume los casos más complejos que se remiten desde consultas de toda la comunidad y es centro de referencia en el tratamiento de la artrosis de tobillo mediante artroplastia total, en la cirugía de la parálisis del miembro inferior y en la corrección de grandes deformidades.
La cirugía ambulatoria se lleva a cabo en un centro periférico adscrito, el Hospital Duques del Infantado. Aquí se realizan la cirugía de antepié y las intervenciones sobre los dedos, entre otras. En el quirófano del Hospital Universitario Virgen del Rocío se llevan a cabo las intervenciones de mayor complejidad, las cirugías que precisan ingreso o cirugía menor cuando las condiciones médicas del paciente impiden su realización en los otros centros por riesgo anestésico o de complicaciones médicas.
A lo largo de los 2 meses de rotación, el número de intervenciones en las que he participado es de 57, englobando desde hallux valgus hasta artroplastias de tobillo, pasando por correcciones de pie neuropático o cirugías artrodesantes en pie diabético (Figura 1).
La estancia formativa me ha aportado una visión muy amplia de las posibilidades de corrección que ofrece la cirugía por mínima incisión. Dado que los pacientes intervenidos en ocasiones son casos complejos que han pasado por varias cirugías o que presentan problemas de cicatrización, cobra especial importancia la aplicación de técnicas percutáneas. A este respecto, he asistido a intervenciones tan complejas como artrodesis dobles, triples o panartrodesis en las que se consigue la consolidación y corrección de la deformidad con incisiones mínimas. Esto minimiza las complicaciones de tipo infeccioso o derivadas de la cicatrización cutánea.
En cuanto a la patología del antepié, he ampliado mi formación sobre opciones de tratamiento quirúrgico, desarrollando la osteotomía de scarf y la técnica de osteotomía oblicua distal, que aporta versatilidad y permite la corrección multiplanar del hallux. Otras intervenciones a destacar son la liberación del ligamento transverso intermetatarsiano en el neuroma de Morton o el tratamiento de la enfermedad de Haglund.
Una de las técnicas en las que más he trabajado es en la implantación de la artroplastia total de tobillo, ya que en mi estancia en la unidad ha sido gratificante descubrir que actualmente la indicación de artroplastia es bastante amplia y flexible. A este respecto, en pacientes que presentan contraindicación relativa de la intervención por pequeñas desalineaciones, es posible realizar intervenciones asociadas a la implantación protésica que permiten en un mismo tiempo quirúrgico la corrección y la artroplastia, logrando no sacrificar la articulación.
He podido comprobar en las visitas periódicas en la consulta los buenos resultados que ofrece la técnica en pacientes seleccionados y la importancia de dar al paciente una información completa y detallada de las opciones terapéuticas en la artrosis de tobillo, que van desde limpiezas articulares artroscópicas hasta la artrodesis.
También cabe destacar el manejo de las complicaciones de la artroplastia; he asistido a cirugías de rescate protésico en las que tras la retirada del material e interposición de espaciador de cemento, se ha procedido a la artrodesis con interposición de injerto óseo procedente de banco.
Por otro lado, para mí ha sido de gran aprovechamiento conocer las múltiples opciones de corrección en el pie cavo varo, aprendiendo a valorar la flexibilidad de la deformidad y las alternativas terapéuticas, desde transferencias tendinosas a osteotomías correctoras o artrodesis que permiten recuperar la posición fisiológica y obtener un resultado plantígrado y funcional. Además, he tenido la oportunidad de debatir las dificultades en el establecimiento de la indicación del tratamiento del pie plano en estadio II, debatiendo en qué casos conviene realizar artrorrisis, cuándo está indicado el retensado del tibial posterior y qué intervenciones óseas son más adecuadas según las características del paciente.
Quiero finalizar agradeciendo el trato recibido. Considero que mi estancia ha sido de gran aprovechamiento académico y personal gracias al admirable nivel científico y docente de los profesionales que componen la unidad y al trato cercano y entrañable. Me he sentido parte del equipo desde el primer día, colaborando activamente en las actividades de la Unidad (Figura 2).
Gracias al profesor Carranza, por aceptarme durante estos 2 meses en su equipo, por mostrarme en el día a día que solo el trabajo bien hecho y la actualización constante conducen al éxito. Al Dr. José Juan Fernández Torres, por transmitirme su experiencia y enseñarme a ser metódico en el trabajo diario. Al Dr. Sergio Tejero, por cambiar mi forma de ver la cirugía del pie, por su capacidad de innovación y por transmitirme la importancia de la precisión y la meticulosidad en el quirófano. Al resto del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, por acogerme y facilitarme la estancia. También al personal de enfermería, auxiliares y celadores del quirófano, por hacer nuestro trabajo más agradable cada día.
Me gustaría agradecer al Dr. Antoine Nicolas Najem Rizk, responsable del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Torrecárdenas de Almería, y a mi tutor, el Dr. Francisco José Hita Contreras, por acompañarme siempre en mi formación como residente, por facilitarme la realización de esta estancia formativa y por su apoyo incondicional. Y para finalizar, me gustaría hacer mención al Dr. José Joaquín Álvaro Iglesias, al que le agradeceré siempre ser mi guía en la cirugía del pie y la confianza depositada en mi trabajo.
Gracias a todos por todo.